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miércoles, 9 de marzo de 2022

El Proyecto de navegabilidad del Río Magdalena, considerado dentro del paquete de contratos de concesiones 5G, se constituye en un hito en la infraestructura colombiana porque representa un paso indispensable para enfrentar el gran rezago de la política de transporte colombiana en su desarrollo intermodal.

El Magdalena es considerado un corredor fluvial de gran importancia estratégica por su posición geográfica, que permite conectar los núcleos de producción y consumo del país con el mar Caribe. De acuerdo con el Ministerio de Transporte, en su cuenca se genera el 80% del PIB de Colombia, lo que evidencia el enorme potencial, en gran medida desaprovechado, de esta vía fluvial para el transporte de mercancías.

En ese contexto, el proyecto significaría un cambio en la tendencia actual de transporte concentrado en carreteras hacia un escenario de intermodalidad. Sin embargo, entre la estructuración del proyecto, la financiación y la ejecución se presentan desafíos importantes.

Uno de ellos es, por supuesto, la novedad en la estructuración de este tipo de proyectos. A diferencia de la estructuración de 4G, en la nueva ola 5G es la primera vez que se presenta la posibilidad de ejecutar un proyecto fluvial para la navegabilidad.

En esa medida, el Rio Magdalena cuenta con múltiples particularidades como la importante sedimentación que causa la necesidad de un dragado y mantenimiento constante. Además de la gestión predial que deberá adelantar el concesionario, que podría implicar demoras en el inicio de la operación de las unidades funcionales.

En materia de financiación, uno de los retos es diseñar una estructura eficiente que le permita a los concesionarios atender a las necesidades inherentes del proyecto, como por ejemplo la protección y el traslado de redes, la ejecución del dragado de mantenimiento que cumpla con los indicadores de cumplimiento, y la reparación y mantenimiento de las obras del Río teniendo en cuenta los niveles del mismo.

Es un proyecto ambicioso que representa un desafío importante tanto para la entidad concedente como para los sponsors y los concesionarios. Los retrasos y sobrecostos son un reto importante en la ejecución del mismo, especialmente considerando que, si bien es un proyecto que desde hace décadas se buscaba estructurar y ejecutar siempre surgieron importantes obstáculos para su inicio y, finalmente, su ejecución.

La navegabilidad del Rio Magdalena representa para el país la posibilidad de afianzar el transporte multimodal y aumentar en un 200% la carga transportada por el canal. Desde Mendoza, nos encontramos analizando la bancabilidad del mismo, de acuerdo con los documentos públicos de la ANI, para poder determinar las estructuras de financiación más eficientes para el proyecto.