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lunes, 4 de octubre de 2021

El pasado 22 de septiembre de 2021, la presidente de la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos, Lina Khan, publicó un memorando dirigido al personal de la agencia a través del cual dio a conocer las nuevas prioridades que la FTC abordará bajo su mandato para hacer cumplir las leyes antimonopolio.

Indudablemente la nueva dirección de la FTC va a tener grandes implicaciones para Amazon, Apple, Google, Facebook, Microsoft, y demás gigantes tecnológicos están siendo objeto de un intenso escrutinio por parte de los reguladores quienes han sostenido que “el poder de estas plataformas debe ser controlado”.

En el memorando, Khan manifestó que la FTC debe adoptar un enfoque holístico para identificar los daños que pueden generar las supuestas prácticas de estas compañías, es decir, que la agencia debe tener en cuenta que, no solo los consumidores, pueden verse perjudicados por las infracciones a la ley antimonopolio, sino que también pueden resultar afectados los trabajadores y las pequeñas empresas. Lo anterior significa una completa modificación del enfoque tradicional que ha regido que se concentraba únicamente en los daños al consumidor que pudieran derivarse de las infracciones a la ley de competencia.

En segundo lugar, Khan pretende adoptar métodos para que la FTC fortalezca su aplicación frente a las fusiones, para abordar y detener la consolidación desenfrenada y el dominio de los gigantes tecnológicos en el mercado.

Finalmente, el memorando manifiesta que la FTC debe incorporar una “mayor variedad de herramientas analíticas y conjuntos de habilidades”, en aras de elaborar directrices que ayuden a comprender el mercado y prevenir las prácticas nocivas, para lo cual es menester que la agencia contrate más tecnólogos, analistas financieros y expertos de diferentes campos que permitan una visión interdisciplinaria.

Las críticas a la postura de Khan no se han hecho esperar. Así, académicos como Joshua Wright y Jonathan Klick, sostienen que Lina Khan ha dado por sentado que las grandes empresas tecnológicas, por el simple hecho de ser “grandes” generan efectos negativos en la economía, sin que se acrediten, en absoluto, los presuntos daños anticompetitivos, lo que implica que la FTC las sancione únicamente por ser Big Tech.

Por su parte, Robert Bork Jr., que aboga por una interpretación tradicional de la ley antimonopolio, ha señalado que la labor principal de Khan debe ceñirse a la ley antimonopolio tradicional y hacerla cumplir.

El diario The New York Times ha manifestado que una excesiva regulación y persecución contra las Big Tech, como la que propone Khan, conllevará a imponer sanciones arbitrarias contra cualquier plataforma digital, lo que traerá consigo múltiples demandas en contra de la FTC.
Para Jessica Rich, ex directora de la Oficina de Protección al Consumidor de la FTC, Khan pretende transformar a la agencia en un ente regulador lo que, en su concepto, es peligroso, ya que, ello implica un cambio abrupto que desnaturalizaría por completo la esencia de la FTC.

En el mismo sentido, Jan M. Rybnicek y Elyse Dorsey aseveran que la ley antimonopolio tradicional es sólida, que no se debe modificar abruptamente, y que el estándar de bienestar del consumidor seguirá siendo el mismo, pues, consideran que las propuestas de Khan están llamadas al fracaso, por no tener ninguna clase de respaldo empírico.

Sin duda, el memorando de Lina Khan ha generado un movimiento telúrico que va culminar en un mayor intervencionismo estatal. Resta esperar cual va a ser la posición de las cortes y jueces de ese país.