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viernes, 23 de febrero de 2024

Recientemente, la aviación regional ha tomado mucha fuerza en Colombia, conectando regiones que no están actualmente cubiertas por las grandes aerolíneas, que se limitan a conectar solo las principales ciudades del país. SATENA y Clic se han convertido en actores importantes en el mercado aéreo nacional, centrándose en la conectividad regional mediante una estrategia de punto a punto.

Esto ha sido beneficioso no solo para los clientes que residen en ciudades intermedias como Neiva, Manizales, Cúcuta, Ibagué y Bucaramanga, sino que también ha contribuido al desarrollo económico y turístico de las regiones menos exploradas de Colombia.

Además, el tránsito por Bogotá se ha convertido en algo del pasado, ya que estas aerolíneas buscan evitar el aeropuerto El Dorado debido a su congestión y falta de slots. Un ejemplo de esto es cómo Clic apostó por Cartagena y aprovechó la baja congestión de su aeropuerto, convirtiéndolo en un centro de conexiones durante la última temporada de vacaciones, ofreciendo vuelos directos a cinco ciudades intermedias: Cúcuta, Ibagué, Manizales, Bucaramanga y Medellín.

También, LATAM va a retomar la ruta entre Bogotá e Ibagué, y JetSmart inició operaciones recientemente, ofreciendo servicios entre Cartagena y Pereira, así como entre Medellín y Santa Marta.

La descentralización de las operaciones aéreas hacia aeropuertos regionales ofrece una serie de ventajas, como la reducción de los tiempos de viaje y la descongestión de los aeropuertos principales. Esto facilita el acceso a destinos menos explorados, puede estimular el turismo y el crecimiento económico local, y podría tener un impacto positivo en la creación de empleo, la infraestructura y el desarrollo de comunidades en todo el país.

Además, pone en evidencia la grave crisis de espacio operacional que enfrenta el aeropuerto El Dorado, razón por la cual los operadores regionales prefieren evitar operaciones a través de este punto siempre que sea posible.

Optan por utilizar aeropuertos alternativos en ciudades como Cartagena, Medellín, Pereira y otras, donde la infraestructura aeroportuaria puede manejar de manera más eficiente el aumento de la demanda de vuelos regionales. Un claro ejemplo de esto es el aeropuerto Olaya Herrera en Medellín, que ha servido como foco de crecimiento para varias aerolíneas y el desarrollo de varias rutas a la región Pacifico.

Un factor muy valioso que la aviación regional puede aprovechar es la deficiente infraestructura vial en Colombia. En muchas regiones, especialmente en áreas rurales y geográficamente desafiantes, la escasez o las precarias condiciones de la infraestructura vial obstaculizan el movimiento eficiente de personas y bienes. En este contexto, la aviación regional se presenta como una solución complementaria y viable, al ofrecer conexiones aéreas entre ciudades y regiones remotas, lo cual reduce drásticamente los tiempos de viaje que, por vía terrestre, podrían durar hasta 8 horas.

Esta tendencia hacia la aviación regional plantea interrogantes sobre el futuro del sector aéreo en Colombia y su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de los viajeros y las demandas de conectividad. Si bien las grandes aerolíneas seguirán siendo fundamentales para conectar las principales ciudades del país y servir a rutas internacionales, el crecimiento de las operaciones regionales podría significar un cambio en el paradigma de la industria aérea colombiana.

*Luis Camilo Soto, Abogado Asociado en Del Hierro Abogados.