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  • Fabio Humar J.

miércoles, 2 de octubre de 2019

En esta columna quiero hacer un diagnóstico de un problema que aqueja a la justicia penal colombiana. En la próxima columna quiero proponer una solución, que está basada en el litigio americano.

Una preocupación constante que azota a litigantes y clientes es la demora de la justicia en nuestro país. Años pasan antes de que el cliente, que ha decidido someter su conflicto al sistema penal, vea algún resultado.

¿Vale de algo una solución que arribe con 6, 8 o 10 años de atraso?

He buscado las causas de la demora de la justicia penal. He indagado acá y allá. He lanzado explicaciones, algunas plausibles, y otras descabelladas, para justificar la razón de que hoy, cuando ya se asoma 2010, la fiscalía esté evacuando casos con 5, 7 y hasta 10 años de retraso. Es decir, para que el grueso de los casos, la justicia penal está llegando tarde. Tardísimo.

Me he dado a la tarea de buscar las razones de esta mora en las estadísticas y, luego de decenas de derechos de petición, a distintas entidades, hoy quiero poner de presente la carga descomunal de trabajo que tiene un fiscal en Colombia.

¿Las causas de tanto trabajo?

Hay muchas, la primera es que los colombianos somos litigiosos. Demandamos, denunciamos, entutelamos por todo. No es, claro, la única causa. Hay más.

Acá van las cifras que confirman lo que digo:

Un fiscal en Colombia tiene, en promedio, según datos emitidos por la Fiscalía, cerca de 600 procesos. Claro, hay matices: No todos los fiscales tienen la misma categoría, por lo que un fiscal delegado ante la corte tiene a su cargo un promedio de 81 casos, mientras que un local, que es la jerarquía inferior, tiene 658 causas penales. Así, pues, es razonable promediar entre las cinco categorías de fiscales que hay.

Esto arroja cerca 600 procesos. En otras latitudes, el promedio de casos por cada fiscal es de 35 casos.

El año tiene 365 días, a los que se deben restar los fines de semana y festivos, que son cerca de 120. Los días hábiles son 244. A eso se debe restar 15 días de vacaciones, lo que deja un total de 219. A eso le restaremos 10 días, que son de calamidades, permisos e incapacidades. Vamos en 209 días. Se deben restar 10 días que, con mucha habitualidad, sobre todo en el sector público, se usan para capacitaciones y jornadas de integración y reflexión.

Quedan 199 días.

Eso daría que un ser humano promedio, sin capacidades excepcionales, tendría que evacuar, por alguno de los mecanismos que contempla la ley, tres proceso diarios, para que al cabo de ese año se pudiera acabar con el inventario de procesos. Nadie es capaz de iniciar, desarrollar y acabar tres procesos en un día. Y eso es para evacuar el inventario existente.

Entre 2005 y el 2018 ingresaron 13 millones de denuncias. Es casi un millón de noticias criminales al año. Si el año, para estos efectos, tiene 199 días, quiere decir que al día llegan a los despachos de la Fiscalía cerca de 5.000 denuncias. Si esto se divide en el número de fiscales que hay en el país (5000), la operación arroja que a cada fiscal le llegará una denuncia al día, en promedio.

Estas cifras indican que es absolutamente imposible que en Colombia veamos, aún en el largo plazo, justicia penal pronta y cumplida.

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