En este momento se viene haciendo seguimiento al funcionamiento de los sistemas de Transporte Masivo que operan actualmente en las ciudades de Bucaramanga y Barranquilla, además de los sometimientos a control en virtud de lo previsto en la Ley 222 de 1995 que se adelanta al ente gestor del sistema de Bogotá y algunos de sus operadores, lo que ha permitido demostrar algunas de las falencias del sistema como la no integración, coexistiendo tarjetas con inteligencia diferencial para acceder a las diferentes fases del sistema, violando así el principio de accesibilidad en detrimento de los derechos de los usuarios y constituyéndose como principal prueba a esta Superintendencia para multar a Transmilenio, con el objeto de acelerar los procedimientos necesarios a fin de lograr la verdadera y pronta integración y, por otro lado se está haciendo control y seguimiento exhaustivo a dos de los más importantes operadores de este sistema que presentan al día dificultades en su vida financiera lo que está afectando la buena prestación del servicio.
Así las cosas, el Superintendente ha logrado componer en Pereira un comité conformado por todos los actores del sistema, tales como: ente gestor, operadores, alcaldes, autoridades de tránsito y área metropolitana del centro oriente, en cuanto a su función de autoridad de transporte y recaudador del sistema. El objeto de esta mesa no es otro que el de fijar objetivos, actividades y metas que permitan mejorar las condiciones de prestación del servicio, aumentar el flujo de pasajeros y superar las dificultades económicas por las que atraviesan los actores que operan Megabus.
Una vez suscritos los compromisos adquiridos por las partes, la Supertransporte liderará las mesas de supervisión y seguimiento que se desarrollaran en la ciudad de Pereira cada quince días, en donde se medirán los avances de las metas y objetivos propuestos. Una vez, comenzaron las tareas propuestas en el plan conjunto de mejoramiento, el sistema ya se convierte en un estímulo positivo representado en el número de pasajeros transportados que supera los 90 mil por día y en donde en el corto tiempo se espera llegar por lo menos a los 140 mil por día.
En este orden de ideas, se comienza a trabajar en el estudio de restructuración de rutas del colectivo por parte del área metropolitana, la estructuración de más y mejores rutas, la posibilidad de llegar a la Universidad con el masivo, la llegada al Municipio de la Virginia, al tiempo que el ente gestor desarrollará tareas tendientes a fidelizar pasajeros, mejorar la calidad y frecuencia en el servicio y garantizar a los usuarios un sistema de transporte seguro, accesible y eficiente; de igual forma los operadores que se convierten en actores principales de este proceso, deberán hacer los mayores esfuerzos para poner a punto y disposición toda la flota contratada y necesaria para la efectiva prestación del servicio que en la actualidad existe y el que sea necesario para las nuevas rutas programadas. Con toda seguridad los operativos a la ilegalidad que están emprendiendo las autoridades locales, no solamente le pondrán más pasajeros al sistema sino que redundará en la seguridad de los ciudadanos.
Hoy con una delicada situación financiera por la que atraviesa el ente gestor y con las dificultades económicas de los demás actores, es decir los operadores y el propio recaudador, la percepción de servicio no es la mejor, razón por la que la Superintendencia independiente de las demás acciones que desde el Gobierno Nacional se emprenden en los sistemas de transporte masivo, en tanto política pública, está interesada en que los actores del sistema de manera conjunta y concertada y con la coordinación y seguimiento de esta entidad, puedan salir de la crisis, prestar un mejor servicio y asegurar la supervivencia del sistemas.
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