Zapatillas de ciclismo

La elección de las zapatillas también dependerá de la modalidad: montaña, ruta, triatlón. Se recomienda conseguir lo mejor que se pueda pagar pero lo importante es la comodidad y no siempre lo más caro es lo más adecuado. Unas zapatillas con suela de carbono y muy livianas no equivalen necesariamente a comodidad en el pedaleo y buen rendimiento.

Las zapatillas de ciclismo son muy livianas y su suela es rígida para que el pedaleo sea más eficiente aunque se sacrifique la opción de caminar. Las zapatillas deben tener un buen sistema de ventilación. Lo ideal es utilizar zapatillas de ciclismo con choclos, unos clips que van puestos en la suela agarrados firmemente con tres tornillos. Estos clips irán anclados a los pedales de la bicicleta. En principio es difícil hacerse a la idea de estar amarrados a ella, pero una vez acostumbrados y adquiriendo práctica en el enganche y desenganche de los pies, nos daremos cuenta de las ventajas de pedalear con choclos. Se sentirá el aprovechamiento de la fuerza que se transmite a la bicicleta, la comodidad y el mayor control y dominio de la bicicleta. Lo más aconsejable antes de utilizar los choclos es empezar a montar con tenis para tenerle mucha confianza a la bicicleta y luego poder utilizar los choclos con más confianza. Al haber mayor eficiencia se pierde el temor a resbalar el pie fuera del pedal al hacer fuerza y así permitir más presión. Además el pie fijo al pedal permite hacer doble fuerza, es decir, halar el pedal hacia arriba y hacia abajo, lo que incrementa el rendimiento, permitiendo al ciclista hacer fuerza en todo el recorrido de la circunferencia (algo que se conoce como pedaleo redondo). 

Tendremos mayor seguridad ya que estando el pie fijo al pedal se evitarán resbalones y pérdida del equilibrio en situaciones inesperadas como desniveles, saltos o superficies resbalosas. La mayoría de estos pedales tienen una graduación que permite sacar el pie con mayor o menor dificultad.