De las “ías”, a la que peor le va es a la Fiscalía General, que tiene una opinión desfavorable de 52%, y una concepción positiva de 41%; le sigue la Procuraduría General, que tiene 46% de desfavorabilidad y 39% de favorabilidad. Y la Contraloría General, que tiene 45% de percepción negativa y 40% de percepción positiva. Entonces, se pone sobre la mesa un debate: si el peor problema en estos momentos es la corrupción, y las instituciones que se encargan de luchar contra este mal, no generan confianza ni credibilidad en los colombianos... ¿en quién creer entonces? ¿cómo recuperar la percepción positiva en estos organismos de control?
No hay que desconocer la acción rápida en cuanto a la toma de decisiones que han tenido las “ías” este año: la Contraloría en hallazgos fiscales en ‘elefantes blancos’ y atrasos inconcebibles en obras de primera necesidad; la Fiscalía en los resultados de las investigaciones que adelanta en el caso Odebrecht, desde la captura de un exsenador y un exviceministro, hasta la firma en Brasil de un plan anticorrupción; y la Procuraduría, que avanza en un examen a las regiones para verificar el por qué de la pasividad de las procuradurías departamentales. Pero sí hay que sentar una alerta: es el momento de que las “ías” actúen rápido y demuestren que pueden recuperar la confianza de los colombianos.
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