Museo de Chocolate no pudo evitar el registro de La Chokolatteri en la Superindustria

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Nada más amargo que el olor de una derrota: el Museo de Chocolate no pudo evitar el registro de La Chokolatteri en la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC.

Todo comenzó luego de que Gloria Cecilia Giraldo PulgarIn solicitó al órgano que registrara su marca de chocolates para distribuir productos comprendidos en la clase 30 de la Clasificación Internacional de Niza.

Ante dicha petición, el museo de chocolate presentó su descontentó y argumentó que el signo solicitado no solo se dirigía al mismo mercado de consumo de sus productos comercializados, sino que también se parecía a su signo registrado como la Chocolatería de Villa de Leva.

La empresa señaló que debido a que ambas marcas compartían la expresión ‘chocolateri’, la posibilidad de que pudieran ser confundidas, o erróneamente asociadas, en el mercado era demasiado alta.

A su vez, la entidad aseguró que el signo solicitado carecía de suficientes elementos distintivos que le permitieran existir de forma pacífica en el mercado, por lo que su registro no debería ser concedido.

Con respecto a su identidad, y el impacto que genera en el consumidor, la empresa aseguró que “es claro que existe similitud ideológica entre el signo solicitado y la marca registrada, ya que ambos evocan una idea semejante en el consumidor, dado que comparten vocablos altamente parecidos, lo cual podría desembocar en una confusión para este”.

Debido a que la titular de la marca solicitada no presentó respuesta alguna al Museo de Chocolate, la dirección de la Superindustria procedió a exponer su conclusión final.

En primer lugar, el órgano señaló que a nivel visual y fonético los signos confrontados eran similares, debido a que evocaban un mismo producto el cual, en este caso, corresponde al mercado de los chocolates.

A diferencia de lo que expuso la oposición, la Superintendencia señaló que para que una marca pueda llegar a confundir al consumidor en el mercado, necesita de algo mas que una palabra parecida, por lo que aseguró que, si bien las empresas se dirigían a un mismo mercado, la nominación de estas no era del todo parecida, debido a que el número de palabras que utilizaba el signo opositor era mucho más reducido que el signo solicitado.

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Por tal motivo, y luego de concluir que no había riesgo de confusión, la Superintendencia de Industria y Comercio decidió concederle el registro a la Chokolateri para que este sea utilizado por 10 años.