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  • José David Castilla

jueves, 18 de octubre de 2018

Expertos recomiendan protocolos de familia y fomentar gobierno corporativo

El mercado colombiano es liderado por las empresas familiares, tanto es así que, según Confecámaras, 86,5% de las compañías del país se constituye como empresas familiares. Sin embargo, informes de la Superintendencia de Sociedades, revelan que tan solo 13% de estas sociedades sobreviven a la tercera generación. Analistas consideran que la falta de protocolos familiares, la no constitución de un acuerdo fundacional societario sólido y no implementar un gobierno corporativo son las principales causas para que estas empresas no sobrevivan en el mercado.

Francisco Reyes, superintendente de Sociedades, afirma que “la principal causa de disolución corresponde a que los objetivos que tuvieron los miembros de la primera generación, no coinciden; generando una disonancia en la forma de ver el desarrollo de la empresa”. Dentro de un informe de esta entidad, también se mostró que la estructura societaria predilecta de este tipo de empresas es la Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.), donde 54,59% de las empresas familiares adoptaron esta estructura.

LOS CONTRASTES

  • Alberto BravoAsociado de Gómez-Pinzón

    “Una explicación al fenómeno de las disoluciones es que no hay un consejo, ni un protocolo de familia en ese tipo de sociedades y por falta de planeación, tal vez, no logren llegar a tercera y cuarta generación”.

  • Francisco ReyesSuperintendente de Sociedades

    “La principal causa de disolución corresponde a que los objetivos que tuvieron los miembros de la primera generación, no coinciden; generando una disonancia en la forma de ver el desarrollo de la empresa”.

Alfredo Lewin, socio de Lewin & Wills, afirmó que “la S.A.S. fue una revolución silenciosa del derecho societario; gracias a ellas muchas empresas familiares pueden incursionar en el mercado internacional y adoptarse a nuevas dinámicas comerciales”.

Wilson Herrera Robles, director de la Unidad de Estrategia Familiar de PwC Colombia, dice que el problema con las empresas familiares recae en que no se enfocan en estructurar una base jurídica sólida. Según Herrera “los emprendedores dedican todo su tiempo y energía del día a día al negocio, y olvidan la estructuración legal y tributaria de su compañía”. Por esto, dice que esta falta de planeación causa “una excesiva carga administrativa, ineficiencias en la distribución de dividendos, injerencia no concertada de la familia en los asuntos de la sociedad y sobrecostos tributarios”.

Los expertos coinciden en dos ingredientes que cocinan la disolución de las empresas, a saber: la falta de planeación y la carencia de protocolos familiares. Según Alberto Bravo, asociado sénior de Corporativo y Fusiones & Adquisiciones de Gómez-Pinzón “una explicación al fenómeno de las disoluciones es que no hay un consejo, ni un protocolo de familia en ese tipo de sociedades y por falta de planeación, tal vez, no logren llegar a tercera y cuarta generación”.

En el informe presentado por la Superintendencia de Sociedades sobre Gobierno Corporativo, se pudo concluir que de las 6.000 empresas estudiadas, solo 3% llegan a tercera generación y menos de 1% llegan a la cuarta.

La innovación es otro elemento que se debe analizar. Jorge Piñeiro, socio de EY dijo que “una empresa que pretenda traspasar las barreras del tiempo debe tener muy aceitado el proceso de innovación que le permita anticiparse al mercado manteniendo su espíritu”.

Por último, los expertos recomiendan establecer una estructura de gobierno corporativo al inferior de las empresas. Algo que, según Alfredo Lewin, ha llevado a grandes fracaso a importantes empresas familiares, por lo que “en esto, las empresas aún están en pañales frente al mercado extranjero”, dijo.

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