• José González Bell

martes, 5 de noviembre de 2019

Las exportaciones tradicionales siguen teniendo un peso importante dentro de las ventas externa.

Varios son los retos que enfrenta el país actualmente en materia de comercio exterior. Primero, está la coyuntura internacional con la guerra comercial entre China y Estados Unidos que ha generado incertidumbre en los mercados, sobre todo, en las economías en vías de desarrollo. Luego, está el aumento en el precio del dólar y después, las limitaciones propias en infraestructura que tiene Colombia para ser más competitiva en esta materia.

Sobre estos temas habló Luz Adriana Henao, la nueva gerente regional de Medellín de Araújo Ibarra, la firma de consultoría líder en Colombia en mecanismos de inversión y comercio internacional.

¿Cuál será su aporte como gerente regional en Medellín y cuál es la importancia de esta ciudad para la firma?
Desde el conocimiento técnico y el conocimiento de la cultura paisa, queremos aportar ideas frescas al sector, en aras de difundir fuertemente la labor de la firma y promocionar cada una de sus áreas de negocio.
Antioquia tiene una contribución de 19,5% en importaciones, convirtiéndolo en el segundo departamento importador y, a su vez, representa cerca de la quinta parte de las exportaciones del país. Además, cuenta con una base industrial diversificada que históricamente ha jalonado el desarrollo productivo del país.

¿Cuáles son los sectores de la economía con mejor comportamiento en comercio exterior?
Si bien las exportaciones tradicionales siguen teniendo un peso importante dentro de las ventas externas, es importante tener en cuenta que en los últimos años se ha registrado un repunte en sectores como agroindustria, tecnología, servicios y metalmecánica. Adicionalmente, plataformas de e-commerce representan una excelente oportunidad para que pequeñas y medianas empresas puedan aprovechar los beneficios de libre comercio y llegar a múltiples destinos.

¿Cómo convertir a Colombia en un país atractivo?
El país cuenta con instrumentos de promoción muy atractivos como Zonas Francas, los Sistemas Especiales de Importación - Exportación Plan Vallejo y una red de acuerdos de libre comercio que permiten el acceso preferencial a los principales mercados. Sin embargo, se debe trabajar en brindarle a los inversionistas seguridad jurídica y buscar nuevos instrumentos de promoción que nivelen el país con las propuestas competitivas de nuestros principales socios comerciales.

¿Debe el Gobierno y las empresas apostar más por el mercado chino?
Tenemos que ver a China como una oportunidad en temas estratégicos como tecnología e infraestructura. No obstante, la relación comercial debe verse con mucho cuidado pues algunos sectores industriales son muy sensibles al impacto de las importaciones originarias de Asia. En ese sentido, se debe fortalecer estratégicamente lazos comerciales con el país asiático, especialmente en un escenario de guerra comercial.

¿Cuáles son los obstáculos principales que tiene un empresario para exportar sus productos?
Factores como el costo país, especialmente en logística, siguen siendo uno de los principales cuellos de botella para los procesos de exportación. En efecto, la deficiente infraestructura hace a los empresarios dependientes de vehículos de carga para llegar a los puertos y esto hace que el costo logístico interno promedio en Colombia sea de 13,5% del valor del producto en comparación con los países de la Ocde, donde el promedio es de 8% a 10%.

¿Cómo ha afectado la guerra comercial entre China y EE.UU. a Colombia?
Consideramos que Colombia no es ajena a los efectos de la guerra comercial, de hecho, hay sectores que se han visto afectados. Por otra parte, también se abren oportunidades de exportación para productos colombianos que pueden llegar a mercados como el de Estados Unidos donde mantenemos nuestras preferencias arancelarias e, incluso, al mercado de China especialmente en el sector agroindustrial.

¿Los tratados de libre comercio han sido una buena herramienta para potenciar el comercio exterior?
Yo diría que han sido una herramienta fundamental pero insuficiente. El país todavía no ha sabido explotarlos. Las cifras no respaldan el incremento previsto en la gran mayoría.

En la mayoría continuamos con valor exportado similar o incluso menor al
del periodo previo al inicio de la vigencia del TLC.

Continuamos siendo exportadores de materias primas sin valor agregado.
La mera accesibilidad a los mercados no garantiza la aparición de
productos no tradicionales. Hace bien el gobierno nacional en concentrarse
en el aprovechamiento de los TLC existentes antes de profundizar en
nuevas negociaciones. Lo prioritario ahora son políticas de competitividad
regional.