
sábado, 28 de enero de 2017
Durante algo más de 5 años la NFL ha venido puliendo su deporte para que sea hoy por hoy el más visto, con mayor audiencias, con boletas más caras y con los derechos de televisión más elevados del planeta.
Jurídicamente hablando, gran parte del deporte está regulado por una convención colectiva que define de manera clara los roles y de cada uno de los integrantes de este negocio. Varios aspectos hacen que cada año llegue más espectadores, lo que hace unos 15 años era un deporte netamente Norteamericano hoy en día tiene cobertura global.
Cada equipo es una franquicia que se maneja de manera idéntica a las otras 31, salvo los Geen Bay Packers que es una especie de sociedad anónima el resto de equipos pertenecen a un único dueño generalmente enormemente rico. No hay descenso ni segunda división ni cantera, solo el equipo profesional, quien forma estos deportistas son las universidades norteamericanas, sin lugar a dudas los mejores centros de alto rendimiento del mundo.
Para empezar se intenta que haya balance competitivo, el draft, o la selección de jugadores que salen de las universidades está diseñado para que el peor equipo del campeonato anterior pueda escoger al año siguiente el mejor jugador de todas las universidades, lo que logra rápidamente mejorar los malos equipos.
Tampoco se permite gastar de manera desmesurada, todos los equipos pueden utilizar una suma fija de dinero para sus 53 jugadores de plantilla, por lo tanto todos los equipos gastan la misma suma de dinero lo que igualmente busca igualdad competitiva. Se trata de un deporte violento, los golpes son brutales y las lesiones merman partido a partido a todos los equipos, cada puesto debe tener dos o tres remplazos que normalmente son usados, no obstante, la liga se ha comprometido a mejorar la seguridad de los jugadores, equipamiento con tecnología de punta y sobretodo, se han diseñado reglas para mejorar este aspecto, cada vez son mas estrictos en sancionar golpes casco a casco y en cada juego hay médicos independientes, contratados por la NFL que tiene total autoridad para no permitir jugar a un deportista que haya sufrido un golpe fuerte a la cabeza.
Cada partido es controlado por una unidad de 7 oficiales más un equipo adicional de observadores y operarios de video que entregan al árbitro central repeticiones instantáneas que le permiten decidir sobre jugadas polémicas. Un árbitro de fútbol americano puede llegar a ganar US$200.000 y debe tener una actividad profesional diferente, hay hasta abogados exitosos que dirigen partidos los domingos.
De lo más novedoso o al menos diferente al resto de los deportes es la forma de marcar las faltas, por los cascos y el ruido del estadio, un silbato resulta inútil por lo que se utiliza un pañuelo amarillo que vuela y es perfectamente identificable para jugadores y público.
Finalmente, no se verán camisetas interiores con fotos de los hijos o con mensajes de gracias al altísimo, ni celebraciones coreográficas después de una buena jugada, los excesos de entusiasmo son castigados y no se permite modificar un milímetro de los uniformes lo que evita esta aburridora práctica de nuestros futbolistas. Será un gran espectáculo en el que personalmente espero que ganen los Patriots.