En agosto de 2025, el Gobierno colombiano ejecutó una operación de recompra de bonos globales en dólares, con vencimientos entre 2030 y 2061. A continuación, se presenta una breve exposición de los hechos, el marco normativo y los resultados de la operación.
¿En qué consistió la operación?
Se trató de una operación de manejo de deuda. Estas operaciones modifican las condiciones inicialmente pactadas, pero no cambian el endeudamiento de la entidad estatal, buscando mejorar el perfil de la deuda. Pueden adoptar la forma de una refinanciación, reestructuración, renegociación, acuerdos de pago, entre otras.
En esta ocasión, el manejo de deuda se hizo a través de una oferta pública en efectivo hecha el 4 de agosto para recomprar bonos globales de la República, con cierre el 8 de agosto y liquidación el 14 del mismo mes. El monto ofertado por los tenedores ascendió a USD 6.425 millones en valor nominal, y el Gobierno aceptó USD 2.958,46 millones en valor nominal. El objetivo era aprovechar los descuentos del mercado, reducir el costo de la deuda y mejorar el calendario de pagos futuros de la Nación.
Finalizada la operación, se reportaron ahorros de caja por USD 28 millones en 2025 y USD 135 millones en 2026, para un total cercano a USD 163 millones.
¿En qué normas se enmarca la operación?
Las operaciones de manejo fueron previstas por el Decreto 2681 de 1993, que faculta al Ministerio de Hacienda para autorizarlas mediante resolución sustentada en conveniencia financiera y efectos sobre el perfil de la deuda. El Decreto 1068 de 2015 desarrolla este marco, precisando que estas operaciones, que contribuyen a mejorar el perfil de la deuda en términos de plazo, tasa de interés u otros mecanismos, no generan endeudamiento neto y que, además, deben ejecutarse dentro de los cupos de endeudamiento. Todo ello respetando el marco fiscal y presupuestal aprobado por el Congreso (artículo 150 de la Constitución).
¿Cuáles bonos fueron recomprados?
Según comunicado oficial del 11 de agosto, la estrategia priorizó series con mayor descuento y cupones altos, buscando maximizar el ahorro y extendiendo el perfil de vencimientos. En este sentido, se aceptó el 100% de las posturas en los bonos con vencimiento en 2042, 2051 y 2061, mientras que en los bonos 2045 y 2049 la aceptación fue parcial, 70% y 79,415%, respectivamente. En contraste, no se aceptaron posturas en los bonos con vencimiento más cercano (2030–2032).
Al recomprar títulos con tasas de interés más altas y precios más bajos en el mercado, se pretendía ahorrar más dinero de inmediato y extender el plazo promedio de la deuda.
Conclusión.
La recompra de bonos es una muestra de cómo el marco regulatorio colombiano permite desplegar herramientas de manejo de la deuda de la Nación.
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