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  • Andrea Londoño Agudelo

viernes, 29 de marzo de 2019

Los adelantos tecnológicos, de indudable magnitud en la actualidad, han permeado desde hace unos años los mercados financieros y aseguradores, permitiendo la innovación en procesos, productos y modelos de negocio, a partir de la aplicación de desarrollos tecnológicos que, consiguientemente, dan solución a problemáticas existentes en esas industrias.

¿Cuál puede ser una manera fácil de innovar en el sector financiero y asegurador? Sin duda, la utilización de la “Arenera”.
Conscientes de las indudables ventajas que la innovación tecnológica representa para la industria financiera y aseguradora, varios supervisores de esas actividades a nivel mundial (entre ellos la Superintendencia Financiera de Colombia -SFC-) han implementado, como estrategia para facilitar dicha innovación, lo que ha dado en denominarse internacionalmente como “Sanbox” o “Arenera”.

La “Arenera” es un espacio controlado, por intermedio del cual los supervisores financieros les permiten, por regla general a sus entidades vigiladas (entre ellas las entidades aseguradoras), probar innovaciones tecnológicas con impacto en el sector financiero o asegurador.

Se trata de un mecanismo diseñado por los supervisores para facilitar la innovación tecnológica en materia financiera y aseguradora, garantizando, a su vez, que la misma se caracterice por ser sostenible y responsable, teniendo en cuenta el carácter de interés público que revisten tales actividades.

En la medida en que la innovación financiera en el sector financiero y asegurador puede resultar compleja y costosa, dado el alto, sofisticado y exigente marco de regulación a que se encuentran sujetas tales actividades, la “Arenera” emerge como una solución novedosa que facilita el proceso de creación y puede ahorrar costos en la implementación de un desarrollo particular.

En efecto, como parte de las ventajas que trae consigo la “Arenera” se encuentra, en línea de principio, la posibilidad de que, en el marco de un ambiente controlado y debidamente supervisado, se implementen, durante la duración de la prueba respectiva a que haya lugar, modificaciones o ajustes a ciertas instrucciones de contenido normativo, con el propósito de facilitar el desarrollo de la innovación específica que, de otro modo, podría no ser viable desde el punto de vista de la regulación vigente.

Por otra parte, en cuanto la “Arenera” se configura como un ambiente de pruebas real, las entidades financieras y/o aseguradoras pueden examinar la efectiva utilidad de una aplicación tecnológica respecto de sus productos, servicios o modelos de negocio, sin necesidad de incurrir en los riesgos y/o asumir los costos que conlleva lanzar una innovación tecnológica en los mercados concretos y particulares en que ellas participan en la práctica.

Así las cosas, en tanto en el contexto local se cuenta con la posibilidad de acudir a la Arenera, las entidades financieras y aseguradoras ostentan en la actualidad una oportunidad única para hacer de la innovación tecnológica una realidad en sus actividades, con las consecuentes ventajas que ello puede representar para los consumidores financieros, por ejemplo, en temas de penetración y acceso a los productos.

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