
viernes, 3 de febrero de 2017
Según su carta de renuncia, la cual se filtró en los medios de comunicación, la funcionaria estaba molesta por la intromisión del contratista Andrés Ricardo Chaves Pinzón en las funciones que estaban a cargo de su dependencia.
“Es de resaltar que el ejercicio de funciones de carácter permanente en las entidades públicas no puede ser desarrollado por contratistas, pues para ello cuentan con personal de planta para cumplir con las funciones misionales”, resalta en el documento.
Sobre este punto, la Defensoría del Pueblo expresó en un comunicado que para el cumplimiento de su labor, la funcionaria seleccionó a 13 delegados, a cuatro directores y renovó completamente a su equipo de asesores.
Por otra parte, Jaramillo indicó que el defensor Negret no la tuvo en cuenta en temas cruciales de la entidad. Sin embargo, Negret rechazó estas acusaciones y, por el contrario, dijo que ha tenido que recorrer constantemente el país para el desarrollo de sus funciones, por lo que señaló “no haber tenido tiempo de atender discusiones burocráticas que no aportan al ciudadano”.
El funcionario agregó que aunque la Defensoría respeta la liberta de expresión, “no comparte las declaraciones de la doctora Jaramillo sobre la entidad y el defensor”.
Así mismo, Negret expresa en otro comunicado, que la entidad que dirige se ha esforzado en vincular destacados funcionarios para atender los desafíos de cara al posconflicto, razón por la cual Jaramillo llegó a la entidad.
¿Y su trabajo en cancillería?
Además de ello, fuentes consultadas por AL en la Academia Diplomática Augusto Ramírez Ocampo (dependencia de la Cancillería), aseguraron que Jaramillo salió de esta institución en circunstancias similares, las cuales conoció el defensor después de posesionarla en el cargo. Jaramillo fue directora de la Academia entre 2014 y 2015.
En cuanto a su nombramiento, Negret dijo en la W Radio que eligió a la funcionaria porque la conocía desde la universidad, pero que “llegó al cargo por sus capacidades intelectuales”.
AL intentó corroborar estas afirmaciones en varias oportunidades con la señora María Clara Jaramillo, sin embargo, la funcionaria no contestó el teléfono ni los mensajes enviados.
Simón Hernández, analista político, señaló que se ha visto cierta inestabilidad en la entidad, ya que el año pasado renunciaron el también vicedefensor Esiquio Manuel Sánchez y el propio defensor Jorge Armando Otálora.
“Puede que para la opinión sea invisible que se cambie de funcionarios porque la Defensoría no tiene tanta trascendencia como otras entidades, debido a que el ciudadano no entiende su función”, dijo el experto.