Julián Ruiz Rondán, asociado Baker Mckenzie

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  • Julián David Ruiz Rondan

miércoles, 3 de marzo de 2021

La pandemia ha acelerado aún más el auge de la tecnología y el uso de software para el ofrecimiento, sistematización y automatización de nuevos productos o servicios, así como para la transformación de canales de venta, negocios o publicidad. Esto ha llevado a que muchas empresas quieran entrar en el mundo digital, a través de software propio o de terceros. Para tal fin, las empresas tienen varias opciones que comentaremos en estas breves líneas.

¿Es lo mismo contratar un desarrollo particular a adquirir un software desarrollado?
No, no es lo mismo. Por lo general, las compañías que ya tienen un software desarrollado y cuyo interés es llegar a varias empresas con esta misma solución tecnológica, ofrecen una licencia de uso a la compañía para ser usado bajo ciertas condiciones. Esta licencia de uso implica generalmente que, si bien la compañía podrá disfrutar de ese software, también lo podrán hacer otras compañías por igual. Piénsese, por ejemplo, en las herramientas básicas de escritorio de un computador.
Por su parte, un desarrollo particular se crea a la medida de las necesidades del cliente, bajo unos requerimientos particulares de bases de datos, arquitectura, interfaz, solución tecnológica, entre otros. Generalmente, este tipo de desarrollos exigirá la cesión de los derechos de autor sobre el software desarrollado a la medida, con el fin de que la empresa contratante tenga la exclusividad sobre este desarrollo específico.

¿Se puede usar siempre el mismo contrato?
En realidad, no. La contratación de un software y sus derechos de uso es más compleja de lo que se cree. No se trata solamente de un contrato de suministro, arriendo, cesión o prestación de servicios, con una serie de cláusulas estándar, sino que se trata de un contrato atípico, particular y único para cada negocio, pues dependerá de las necesidades de cada empresario y del modelo de negocio de la compañía de tecnología.

Por ejemplo, hay contratos de desarrollo de software en que la compañía de tecnología tiene un software base y lo único que hace es desarrollar una serie de APIs (Interfaz de programación de aplicaciones), en los cuales conceden la exclusividad de las APIs, pero mantienen la titularidad sobre el software base, así como la facultad de seguir comercializándolo con terceros. Habrá contratos en que se desarrolla completamente un software pero se conserva el código fuente, de tal forma que la compañía siempre requerirá del desarrollador para actualizar el software. Incluso, hay contratos en los que solo se concede el acceso a una plataforma, sin que se entregue código alguno a la empresa, como puede suceder con el Software as a Service (SaaS).

¿Qué debo tener en cuenta al celebrar un contrato de software?
Además de contar con asesoría especializada, se debe tener claridad sobre qué se quiere una vez se reciba el software: ¿quiero poder realizar actualizaciones o nuevos desarrollos?, ¿quiero recibir soporte o capacitación?, ¿en qué servidores se alojará el software?, todas estas son preguntas que se deben resolver de la mano de un experto para evitar pagar sin recibir lo que se espera a cambio.

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